La noche en que The Stone Roses hicieron temblar a México

José Iván Ruiz Trejo*

La calurosa noche daba para todo en el Pepsi Center, a un costado del WTC de la Ciudad de México para ver el concierto de una leyenda del rock británico. Alguien que, guste a quien le guste, es un creador de la corriente musical que dominó los 90 para bien o para mal. El llamado “brit pop” nunca hubiera sido denominado así sin la presencia de The Stone Roses.

El grupo británico conformado por Ian Brown, Jon Squire, Mani y Reni regresaron de la tumba musical después de casi 15 años de silencio. Y durante ese tiempo dejaron que grupos como Blur, Oasis, Radiohead, Pulp o Supergrass los borraran de la mente colectiva. Sus propios errores fueron los que no los dejaron ser las estrellas que deberían de ser.

Después de dos fabulosos álbumes, un concierto masivo como el de Spike Island en Widnes en 1990, reseñas increíbles, miles de fans, un David Beckham que los ha señalado como el soundtrack de su estancia en el Manchester United y la promesa de ser los nuevos Beatles afectaron a los 4 miembros haciendo que se separaran en 1996 sin afán de regresar jamás.

Pero en Octubre de 2011 una rueda de prensa en un hotel de Londres confirmo las sospechas y rumores de años posteriores: The Stone Roses volvían, no solo para reunirse, sino para volver a hacer gira y plan de disco. Todo el mundo enloqueció. Todo parecía volver hacia esa psicodelia increíble. Hacia la tierra de las guitarras retumbantes y los sonidos profundos.

Asi fue como en Diciembre de 2012 se dio la noticia de un tour mundial… y México fue escogido antes de que tocaran en el festival de Coachella, uno de los más importantes del mundo. Así que la cita era el 9 de Abril, primero en el Palacio de los Deportes y después un cambio de sede al Pepsi Center. Jake Bug canceló de último minuto y dejaron a los Roses solos para un espectáculo épico.

Había llegado la fecha señalada y las luces se apagaron alrededor de las 9:30 de la noche y The Stone Roses salieron a escena con los primeros acordes de “I wanna be adored”. El público los recibió con un estruendo impresionante. De repente todo estaba ahí, el gran Ian Brown y esa personalidad ecléctica, que te invita a gritar pero al mismo tiempo se siente tan desapegado.

La gente seguía coreando uno de los grandes himnos cuando se oyo el primer riff de “ Mersey Paradise”. Cuando “Sugar Spun Sister” fue tocada la gente empezó a aplaudir más y mas. Brown sacaba frases en español como “Hola”, “Como están” e inclusive un “Viva Chicharito” sacando el estruendo grito masivo de 5,500 personas.

“Sally Cinnamon” hizo sacar lagrimas a más de uno, incluido a mí que fue de las primeras canciones que yo escuche de los Roses. Y la súper versión de “Fools Gold” de casi 8 minutos con la calidad suprema de Reni en la bataca y Jon Squirer con unos solos que hacían vibrar todas las esquinas del recinto. “Shoot U Down” nos hizo viajar a lugares insospechados.

De las coreadas imperdibles “Waterfall” y “Made of Stone”. Brown, envestido con una playera estampada con una pintura renacentistas de la pasión de Cristo siempre movió a la gente con su pandero y aventando recuerdos y detalles. “She Bangs The Drums” volvió a sacar la emoción de las personas que saltaban, coreaban, se entregaban como nunca. “No pensé que los Roses tocaran tan duro” escuche en algún momento de un fanático que se sabía casi todas.

La última canción “I am The Resurrection” fue la más ovacionada. A Brown le fue lanzado un ramo de rosas que, al estilo Morrissey, empezó a repartirlas en el público. Un abrazo grupal y un agradecimiento de todos fue el final de una noche mágica. Una noche que terminó con la fanaticada de los británicos sintiéndose de nueva cuenta en ese 1990 que no volverá.

Soy de los escépticos que creen que The Stone Roses no volverá a tocar después de esta gira, a pesar de la promesa del nuevo disco y de un futuro prometedor. Espero que me equivoque, porque si no es así, hemos visto uno de los mejores conciertos del año y quizá, por última vez, a uno de los mejores grupos de la historia de rock británico.

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